Características de las facturas ordinarias

Características de las facturas ordinarias

En este artículo analizamos en profundidad cuáles son las características de las facturas ordinarias para que conozcas todos los detalles que pueden llegar a intervenir en la facturación. Se entiende por factura ordinaria el documento acreditativo de una transacción mercantil, que tiene como objetivo el registro de la compraventa de un servicio o producto.

Con carácter general, la factura ordinaria es el modelo utilizado con más frecuencia para describir las operaciones comerciales. No obstante, no podemos dejar de lado las facturas rectificativas y las facturas recapitulativas, las facturas proforma, los duplicados, e incluso e nfunción del medio en que se realicen, las facturas pueden ser además en papel o electrónicas.

Sin embargo, ¿cuáles son las características que definen como tal, una factura ordinaria? ¿Existen datos precisos que la identifiquen?

En efecto, la factura ordinaria se diferencia de la simplificada en el tipo de información obligatoria que debe incluir. Ahora bien, la factura simplificada no siempre se admite y para algunas transacciones sigue siendo requisito imprescindible contar con una factura ordinaria.

Si todavía tienes dudas de cuál debe ser el contenido mínimo de una factura, es importante que eches un vistazo al especial que tenemos sobre ello, en el que aclaramos cada uno de los aspectos y elementos clave que forman parte del documento.

Contenido de la factura ordinaria

La principal característica que define la factura ordinaria es la presencia de numeración correlativa. Cualquier factura simple requiere de una numeración propia que permite ordenar la documentación en el tiempo y que todas las transacciones se organicen de forma consecutiva.

Otra de las características que presenta la factura ordinaria es la fecha de expedición. ¿Cuándo se ha realizado la operación documentada? ¿Se ha recibido un pago de forma anticipada con fecha diferente a la emisión del documento?

Esta información debe ir incluida en la factura simple, para que en caso de inspección por la Agencia Tributaria el proceso sea lo más sencillo posible.

Además, cualquier factura ordinaria debe incluir la denominación social completa tanto de la empresa que emite la factura, como del comprador del servicio o producto. En caso de que la transacción se lleve a cabo entre empresarios individuales, bastará con incluir el NIF del autónomo, como método identificativo.

Siguiendo con esta línea nos encontramos con el domicilio del destinatario y del emisor de la factura, un dato imprescindible que debe aparecer en el documento.

Además, la factura ordinaria también deberá incluir cualquier impuesto, cuota, etc. que pueda tener impacto en la cuantía final del precio del servicio o producto (al igual en caso de que la operación esté exenta). De este modo, la base imponible deberá aparecer en el documento a modo detallado.

Es importante que estos datos aparezcan con claridad, para que la Agencia Tributaria encargada de revisar cualquier dato de la contabilidad pueda hacerlo con total agilidad y precisión. Si tienes dudas consulta las partes obligatorias de la factura ordinaria, para conseguir la factura perfecta.

Son muchas las empresas que descuidan este aspecto y se han visto en un serio problema con la Administración, teniendo que rendir cuentas de todas las decisiones llevadas a cabo en relación a la contabilidad, así como los balances de ingresos y gastos.

Tal es el caso de la obligación de mantener a buen recaudo las facturas emitidas y recibidas, como consecuencia de una contabilidad honesta y transparente. Infórmate más acerca del tiempo por el que hay que conservar las facturas.

Aunque el tema de la facturación pueda resultar tedioso y aburrido, lo cierto es que su importancia es vital para cualquier negocio que quiera evitar serios problemas fiscales.

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