Estados del patrimonio

¿Qué es el estado de cambios en el patrimonio?

Es uno de los estados contables obligatorio para todo tipo de empresa, como lo pueden ser el balance, el estado de pérdidas y ganancias o el estado de flujos. Como podemos deducir todos ellos forman parte de las cuentas anuales. Pero desde el 1 de enero de 2016 se suprime esta obligatoriedad de realizar el estado de cambio de patrimonio cuando las cuentas anuales se presenten en formato abreviado o para PYMES.

Al estado de cambio del patrimonio también se le conoce como (ECPN) y en él se van a recoger las modificaciones de composición y cantidad que se hayan dado en el patrimonio neto. Estos cambios pueden haberse ocasionado por: cambio de criterios contables, subsanado errores de una partida del patrimonio neto, se ha aplicado el resultado obtenido a reservas o se ha debido a una ampliación del capital contable.

Por tanto, podríamos decir que el estado de cambio del patrimonio es un informe financiero en el que se recogen de forma detallada las variaciones (aumentos y disminuciones) del valor residual de los activos de una empresa, habiéndose deducido todas las obligaciones.

En este sentido, los objetivos del ECPN son: explicar todas estas variaciones en un periodo concreto y comparar los saldos del patrimonio al principio y al final del periodo contable. De ahí que este documento deba incluir:

Saldos iniciales (estos coincidirán con los saldos finales que se hayan dado en el ejercicio inmediatamente anterior).

  • La distribución de las utilidades del pasado ejercicio.
  • Las variaciones del ejercicio.
  • Saldo final del periodo que estamos analizando.

Asimismo el ECPN se cumplimentara para el impuesto de sociedades y el depósito de cuentas anuales.  Por lo general, y siguiendo el Plan General de Contabilidad (PGC) las operaciones que se presentan se centran en el origen de dichas operaciones según dos apartados:

  • Estado de gastos e ingresos reconocidos.
  • Estado total de cambios en el patrimonio neto.

En el primero se recopilan los resultados del último ejercicio presentado. Esto es la cuenta de pérdidas y ganancias. Estas últimas se imputan de forma directa en el patrimonio neto, siguiendo la normativa del PGC. De mismo modo, se incluirán las transferencias a esa cuenta de Pérdidas y ganancias. Aquí deberemos incluir tanto los ingresos como los gastos imputados directamente al patrimonio y que después se hayan pasado a estas cuenta de pérdidas y ganancias.

En lo que respecta al estado total de cambios, este deberá recoger un análisis del movimiento que se haya dado durante el periodo. En él se debe explicar cuál es la causa tanto de los aumentos como de las disminuciones.

Cómo se elabora el estado de cambios en el patrimonio

La elaboración de un estado de cambio de patrimonio es relativamente fácil, ya que solo necesitamos dos componentes de la contabilidad: el estado de resultados y el balance general. Asimismo, necesitamos dos fechas para determinar esa variación. Por lo general, se suelen ser dos periodos consecutivos.

Tal como hemos comentado se divide en dos partes, pero veamos qué es lo que deben incluir cada una.

Así en el estado de ingresos y gastos reconocidos deberán incluirse:

  • El resultado del ejercicio de la cuenta de pérdidas y ganancias.
  • Aquellos ingresos y gastos se imputen directamente al patrimonio neto de la compañía.
  • Todas las transferencias realizadas a esa cuenta de pérdidas y ganancias. En este punto se contemplarán las transferencias por motivos de: valoración de activos financieros; coberturas de flujos de efectivo, subvenciones, donaciones y legados; efecto impositivo, entre otros.

La segunda parte consiste en el estado total de cambios en el patrimonio neto. Este incluirá:

  • El saldo total de los ingresos y gastos reconocidos.
  • Todas aquellas modificaciones debidas a operaciones con socios y propietarios de la compañía.
  • Todos aquellos cambios por modificaciones en los criterios contables y la corrección de errores.

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