Emite recibos en tu empresa

¿Qué es un recibo de banco?

El recibo es una constancia que se firma cuando se cobra el dinero estipulado como resultado de una transacción económica entre dos partes. El recibo de banco es aquel que se cobra de manera automática a través de una entidad bancaria.

Se trata de un recibo domiciliado en el banco. En la emisión de este recibo entren en juego tres partes diferentes:

  1. Vendedor de productos o servicios (Beneficiario) . Beneficiario final del cobro del recibo. Aquel que ha realizado los servicios o ha proporcionado el producto.
  2. Banco. Emisor del recibo y encargado de cobrar directamente el recibo a través de las cuentas del cliente. Se trata de un proveedor de servicios de pago. 
  3. Comprador de productos o servicios (Ordenante) . Deudor que debe abonar la cantidad de dinero estipulada.

Cómo emitir un recibo bancario

Para poder emitir un recibo bancario es necesario tener la orden por escrita del cliente, en este caso recibe el nombre de ordenante. Es necesario que el cliente exprese su consentimiento por escrito para que le efectúen el cargo del recibo en su cuenta corriente. Para poder autorizar al banco que realice el cobro de manera automática es necesario cumplir con la normativa SEPA. De este modo se establece una domiciliación de adeudo directo. Si no quisiéramos realizar el pago del recibo podemos devolver un recibo en un plazo máximo de 8 semanas que empieza a contar desde la fecha que se ha hecho el cobro.

A la hora de crear un recibo bancario se tiene que complementar y rellenar con el formato de un recibo normalizado. Se trata de dos tipos de recibos que están interrelacionados.

Utilizar los recibos bancarios supone empresa para la empresa ahorrar en tiempos y costes,  ya que es un proceso muy ágil y permite múltiples opciones:

  • Enviar remesas de recibos al banco
  • Realizar un seguimiento de las devoluciones
  • Conciliar automáticamente a través de los movimientos de la cuenta

Además de estas ventajas que te permite el banco con los recibos también tiene otros beneficios como es despreocuparse de los pagos.

  • Como pagadores nos interesa la domiciliación bancaria porque nos olvidamos de pagar en la fecha prevista, directamente el banco se encarga de realizar el cobro y es un recordatorio menos que tenemos que hacer.
  • Como beneficiarios nos conviene domiciliar los cobros recurrentes mediante un recibo bancario para recibir el pago automáticamente. No tendríamos que emitir directamente un giro bancario ya que estará todo previsto para el cobro.

 

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