Rectificar una factura

Diferencia entre factura rectificativa y factura de abono

¿Alguna vez has oído hablar de las diferencias entre factura rectificativa y factura de abono? En este artículo aclaramos los detalles que definen ambos conceptos, y el por qué de la utilización de uno u otro.

Pues bien, el Reglamento de Facturación estableció las bases para englobar las facturas de abono como un tipo de factura rectificativa, de ahí que en la actualidad se entiende que no existe diferencia entre ambas, y que las dos hacen referencia a la misma cuestión.

Generalmente, se entiende como factura de abono al tipo de factura rectificativa que debe hacerse cuando un cliente solicita la devolución de un producto.

En ese caso, se emite el documento en el que se justifica el movimiento de dinero en la contabilidad de la empresa emisora y receptora, de cara a cualquier revisión por parte de la Agencia Tributaria.

Los abonos se han utilizado en multitud de ocasiones para poder corregir cualquier detalle equivocado, que se incluyera de forma errónea en la factura.

Tal es el caso de lo que sucedía cuando el emisor incluía un importe mayor o menor del real, fallos en el cálculo del IVA correspondiente, errores en el número de facturación y en la serie asignada, etc.

Al final, son multitud de casuísticas diferentes que pueden aparecer a la hora de preparar las distintas facturas correspondientes a la actividad comercial, sin que resulte previsible o exista ninguna posibilidad de anticipo.

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¿Existe alguna diferencia entre la factura rectificativa y la de abono?

Tal y como describíamos en el punto anterior, no existe ninguna diferencia entre la factura de abono y la rectificativa, ya que ambos términos se refieren al mismo documento tras la aprobación del último Reglamento de Facturación.

Algo similar sucedió hace años en relación a las facturas simplificadas y los tíquets. Antes se entendía como tíquet al documento acreditativo de una compra que no incluía los datos típicos y  desglosados de la factura ordinaria.

Era habitual encontrar tíquets como justificantes de gasto en los restaurantes, servicios de aparcamiento de vehículos, hostelería, etc.

Pero tras las últimas reformas, el tíquet dejó paso a la factura simplificada como una estrategia de homogenización fiscal a nivel de nomenclatura. En la actualidad, el término antiguo ha quedado completamente relegado al olvido.

Ahora bien, con el cambio de legislación es cierto que a pesar de que la factura rectificativa se haya encargado de sustituir al abono en todas sus vertientes, la realidad es que se han introducido pequeñas modificaciones.

Cuando las facturas de abono todavía estaban vigentes, no era necesario tener que hacer referencia a los datos de la factura anterior como el número, fecha, etc. mientras que en la actualidad, sí se requiere identificación entre los dos documentos para facilitar la tarea de revisión contable.

Sin duda, las facturas de abono o rectificativas son una herramienta indispensable para cualquier empresa, facilitando enormemente la tarea de corrección o modificación de los datos previos en caso de que se cumplan los requisitos admisibles para hacerlo.

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