Desviación en el presupuesto

¿Cuál es la diferencia entre factura ordinaria y factura simplificada?

Existen diferencias entre la factura ordinaria y la factura simplificada, ya que ambos documentos van dirigidos a distintos tipos de situaciones y operaciones comerciales.

En primer lugar, debemos considerar a la factura ordinaria como el documento más utilizado de todos, en el sentido de que la mayoría de empresas van a recurrir a él para reflejar sus transacciones.

La factura ordinaria también se conoce como completa, porque incluye más datos identificativos que la factura simplificada, que como su nombre indica es un documento más reducido.

Diferencias entre factura simplificada y ordinaria

La factura ordinaria se distingue principalmente de la simplificada, en el sentido de que la primera requiere obligatoriamente que aparezcan los datos de nombre y apellidos, denominación fiscal y domicilio.

Sin embargo, para la factura simplificada no es requisito obligatorio indicar los datos del destinatario en el documento. Conoce más sobre el contenido mínimo que debe incluir la factura simplificada.

En el caso de que la empresa receptora de la factura simplificada, desee utilizar ese documento como justificante de alguna operación susceptible de ser incluida como gasto en la contabilidad, sí será necesario que incluya los datos del cliente entre los requisitos obligatorios.

Además, también encontramos otras pequeñas diferencias entre los dos documentos como sucede en el caso del contenido de la propia factura. Y es que, en el caso de la factura simplificada tan solo es necesaria la identificación de los bienes y servicios, mientras que en la ordinaria, se requiere la descripción de las operaciones.

En relación al tipo impositivo, es importante aclarar que en el ticket o factura simplificada será necesario especificar cuando se apliquen distintos tipos impositivos, mientras que al utilizar la factura ordinaria, se deberá diferenciar la base imponible del IVA de otros tipos. Así mismo, también será necesario describir los precios unitarios y los posibles descuentos que no sean aplicados al coste por unidad.