Documentos de facturación

¿Quién puede emitir una factura proforma?

La factura proforma es un documento informativo expedido por el exportador donde constan todos los detalles de la oferta comercial y las condiciones a las que está dispuesto a vender una determinada mercancía.

Por tanto, el único emisor competente a la hora de emitir una factura proforma es el vendedor o empresa vendedora, pues es la única figura que puede detallar y respaldar su oferta de venta de forma detallada.

Normalmente, la factura proforma se emplea en las operaciones de comercio exterior y sirve para informar de las condiciones concretas de venta de un determinado producto, para probar el envío de una mercancía que carece de valor comercial –como son las muestras-, para iniciar el proceso de trámite de una licencia de importación o incluso para conseguir la autorización necesaria para obtener las divisas que se precisan para efectuar el pago de la operación de compraventa.

Conviene recordar que inicialmente la factura proforma es una oferta del vendedor, por lo que queda sujeta a su aceptación por parte del destinatario. Lo más habitual es que contengan una fecha de fin de aceptación, por lo que si el comprador no ha aceptado las condiciones de la oferta de forma explícita en el periodo que especifica el vendedor, la oferta que recoge la proforma dejará de ser válida y se deberá volver a emitir otra factura.

En el caso de que el comprador acepte la oferta, esta factura proforma será el origen del contrato final de compraventa. Es por esto que la factura proforma debe recoger todos los datos que serán necesarios para fijar los términos y condiciones de la venta. En definitiva, es el vendedor el único que puede emitir una factura proforma como muestra de un compromiso comercial en el que el comprador va recibir el producto o servicio ofertado al precio fijado.

Usos de la factura proforma