Partes de las facturas ordinarias
Las partes de las facturas ordinarias definen la estructura de este documento acreditativo de compraventa.
Para facilitar la homogeneidad a la hora de revisar la contabilidad, la comparación de documentos, etc. la Agencia Tributaria ha desarrollado un modelo y estructura común que define cuáles son las partes de las facturas ordinarias y cuál es su contenido mínimo.
La factura ordinaria puede ser simplificada o completa y es el documento utilizado con más frecuencia para reflejar una transacción comercial. Descubre más información sobre cuántos tipos de facturas hay.
¿Qué partes debe contener y cómo hacerla? Veámoslo con más detalle a continuación en el siguiente punto.
Cómo hacer una factura ordinaria
La factura ordinaria se estructura en las siguientes partes:
Identificación del documento
Toda factura debe contener una zona superior dedicada a la identificación del documento que refleja la transacción, para facilitar su posterior revisión.
En esta parte, encontramos un número correlativo que sirve para situar la factura en la serie correlativa de la empresa emisora. Se puede establecer una numeración por ejercicios del tipo 001/2017 o bien, números consecutivos de una serie: 001, 002, etc.
La fecha de expedición también es un elemento imprescindible en la factura ordinaria, que debe ir en relación al número del documento. De este modo, nunca podremos encontrarnos con una factura que emitida con fecha posterior a otra tenga un número identificativo inferior a esta.
Identificación del emisor y receptor
Cualquier factura ordinaria debe contar con los datos suficientes para poder identificar fiscalmente al emisor de la factura, y en su caso, al receptor.
Para ello, se procede a incluir el CIF o nif de la entidad que ofrece el producto o servicio, junto a la dirección fiscal, nombre de la empresa o del autónomo, etc. y al igual en el caso del cliente que puede ser una empresa o un particular.
En el caso de servicios que suponen la creación de facturas de forma continua, como por ejemplo los tickets de un parking o un bar, se opta por la modalidad de factura simplificada que no requiere la inclusión de los datos identificativos del consumidor. Conoce sobre los tipos de factura más utilizados en restauración.
Desglose de la compraventa
El desglose de los datos de la transacción también forma parte obligatoria de la factura ordinaria. En este apartado, se debe incluir el importe total de los productos o servicios facilitados por la empresa al cliente para reflejar cuál ha sido la remuneración obtenida.
Este aspecto es muy importante, tanto de cara a futuras reclamaciones por parte del consumidor como a futuras revisiones de la contabilidad y el balance de ingresos de la empresa.
Impuestos y tributación
Cualquier factura ordinaria debe incluir una sección dedicada a incluir los impuestos y tributación que vayan dedicados a la compra.
En concreto, es obligatorio que aparezca el IVA como impuesto sobre el valor añadido, que la empresa cobrará al cliente para después devolverlo a la administración. No obstante, también hay que tener en cuenta que hay ciertos servicios que están exentos de IVA como sucede con la formación. El IVA a aplicar con carácter general es del 21%, aunque también existen las modalidades reducida y superreducida.
Así mismo, en el caso de los empresarios individuales o profesionales autónomos, es necesario aplicar el porcentaje de retención del IRPF que es del 21% con carácter general, aunque en los primeros 3 años de actividad será del 7%.
Esta cuantía se reduce del coste total de la factura, porque el cliente que recibe el servicio deberá abonar este coste a Hacienda en previsión de los supuestos de retención del IRPF que posteriormente se analizará en la Declaración de la Renta.