¿Me pueden sancionar si incumplo mis obligaciones de facturación?
El artículo 201 de la Ley General Tributaria especifica las sanciones en caso de incumplimiento de obligaciones de facturación, para aquellos sujetos pasivos que no sigan al detalle la normativa.
Para ello, se realiza una clasificación entre las causas de sanción y la gravedad de éstas, estableciendo una jerarquía de multas en función del tipo de problema que haya podido suceder.
Veamos a continuación con más detalle cuáles son las multas más importantes.
Sanciones por incumplimiento de obligaciones de facturación
En primer lugar, incumplir una obligación en cuanto a la expedición, remisión, rectificación y conservación de facturas o documentos que puedan sustituirlas se considera falta grave.
En cuanto a la sanción, destacamos una multa económica que resultará proporcional al 1% del importe de todas las operaciones que estén circunscritas a la infracción.
Otra de las sanciones más frecuentes tiene que ver con la falta de expedición de facturas, o en la pérdida de documentos sustitutivos, facturas, justificantes, etc.
Esto también se considerará infracción grave y conllevará una multa económica que resultará proporcional al 2% del importe de todas las transacciones que hayan intervenido en la infracción.
Sin embargo, puede suceder que no sea posible conocer la cuantía de las operaciones sujeto de la sanción. En esos casos, la multa aumentará hasta 300 euros por transacción con justificante perdido o ausencia de factura.
Mención a parte requiere el hecho de utilizar documentos o facturas falsas y fraudulentas, como acreditación de operaciones comerciales ante una investigación por la Administración Tributaria.
Esta acción se considerará una infracción con carácter muy grave, llevando consigo una multa económica proporcional del 75 por ciento de la cuantía total, sobre la transacciones que intervinieran en la infracción.
Si tienes dudas sobre cómo gestionar la contabilidad de tu empresa de forma adecuada, consulta con un gestor profesional sobre tu caso concreto, para evitar futuras sanciones que supongan un coste importante para tu negocio.
