4 motivos para no emitir un cheque en blanco
Cuando una persona emite cheques en blanco significa que los cheques están firmados por el titular pero el resto de los datos no están señalados. Para emitir un cheque en blanco, el dato mínimo que debe faltar es el de la cantidad de dinero que se quiere entregar y debe estar firmado por el titular.
El uso de los cheques en blanco tiene la ventaja de pagar una cantidad de dinero que todavía no se sabe exactamente. Por ejemplo, si se debe pagar un impuesto pero ese impuesto se calcula en el mismo momento del pago y el titular no puede acudir para poder realizar el pago, se emite en este caso un cheque en blanco a un tercero para que éste rellene el dato en el momento que haya que realizar dicho pago.
Razones para no emitir un cheque en blanco
A pesar de esta ventaja, emitir cheques en blanco puede conllevar muchos problemas y convertirse en un método de pago con un alto riesgo.
No emitir un cheque en blanco si no existe plena confianza
Al emitir cheques en blanco, se le concede a un tercero el documento. Se supone que dicha persona debe ser de gran confianza, pues será ella quién rellene la cantidad que se ha de pagar en este tipo de cheque.
Si no se tiene confianza en esa persona, no es aconsejable emitir el cheque en blanco, puesto que podría escribir una cantidad de dinero que no se ajusta en nada a lo establecido durante la transacción o lo acordado en una negociación.
Aparte, si la persona no es de confianza, puede que cobre el cheque para sí mismo y recibir en su cuenta una cantidad de dinero que no le corresponde o no ha sido acordado.
Desconocimiento del monto
Si el titular emite cheques en blanco, significa que conoce aproximadamente el monto que se ha de pagar pero no la cifra exacta. Por ello, es aconsejable no emitir el cheque si se desconoce completamente la cantidad de dinero que hay que pagar. Además, la cuenta del titular debe contener suficientes fondos para hacer frente al pago, y si se desconoce el monto aproximado, puede que la tercera persona escriba una cifra que la cuenta no posee.
Personas despistadas
Si eres el titular de los cheques y pecas de ser despistado, no emitas cheques en blanco. En el caso de que pierdas el cheque firmado o la chequera completa en la calle o en la oficina, alguna persona puede encontrarlos y rellenar cualquier cantidad que desee. Así, recibiría un dinero que no le corresponde.
Cheques con errores
No emitas un cheque en blanco si contiene errores. Por ejemplo, aunque tengas fondos suficientes en la cuenta pero la fecha de pago es incorrecta, puedes encontrarte con el problema de pagar en una fecha que no se corresponde con la fecha planificada. En este caso, si el pago debería realizarse tras haber realizado una transferencia de fondos a la cuenta ligada a los cheques y se emite un cheque con una fecha anterior, el beneficiario podría no cobrar el cheque por falta de fondos, o cobrarlo pero generando comisiones por parte de banco, lo que te costaría importantes sumas de dinero y podría aumentar el gasto de tu empresa.
Como conclusión, evita emitir cheques en blanco pues los riesgos son bastante elevados. No realices este tipo de pago si no tienes suficientes fondos en tu cuenta, desconoces el monto aproximado y eres una persona despistada. Te aconsejamos que revises bien tus cheques o documentos financieros, que no contengan errores y que no tengan tu firma. Utiliza los cheques solo en el momento del pago de una transacción.