¿Qué son las cuentas de activo?
Como podremos ver en los distintos balances que podemos pedir a contabilidad, nos aparecen unas cuentas que nos pueden resultar algo parecidas. Aunque realmente no tienen parecido alguno. Entre estas cuentas encontraremos las cuentas de activo.
En la contabilidad financiera, en los balances de situación, encontramos estas cuentas, las cuentas de activo y las cuentas de pasivo. Los segundos nos indicarán las obligaciones que mantiene la empresa (lo que debe). Por su parte, las cuentas de activo son las que nos dicen los derechos, recursos y bienes que la empresa posee.
Definición de cuentas de activo
En resumen, podríamos definir las cuentas de activo como aquellos bienes, recursos y derechos que la empresa tiene. Por ejemplo, las cuentas de activo serían: el mobiliario, una nave industrial, la maquinaria, los equipos informáticos, así como las ventas a los clientes que hayamos hecho.
En el caso de una empresa de servicios, estas cuentas de activo serían los servicios prestados. Aunque también podemos considerar activos aquellos de los que esperamos obtener o conseguir beneficios en un futuro.
Tipos de cuentas de activo
Las diferentes clases de cuentas de activo que podemos registrar en los documentos contables son:
El activo corriente o también llamado circulante
Aquí tendremos que incluir todos los bienes y derechos que vamos a mantener en la empresa con una duración inferior al año. Es decir, estos bienes son los que compramos y esperamos vender o, por el contrario, consumirlos a un corto plazo. Estos serían por ejemplo el stock o existencias que tengamos.
El activo no corriente o también llamado activo fijo
En este apartado, se incluyen todos los bienes y derechos que vamos a mantener en la empresa con una duración superior al año. También se incluyen los que compremos y no vayan a ser destinados a su venta posterior. Como ejemplo las maquinas que nos ayudaran en la producción y también los bienes inmuebles.