Cómo gestionar el horario flexible en una empresa

El modelo e gestión de las empresas está cambiando en pro de los trabajadores, apuestan por sistemas de gestión empresarial que les permita pensar en el beneficio del trabajador como son los horarios flexibles. Las empresas abogan por un sistema flexible en contra del típico de fichajes ya que aporta beneficios para el trabajador y también para la empresa.

El horario flexible implica que los trabajadores son los encargados de gestionar su tiempo de trabajo, determinan cuándo comienza su jornada laboral y cuándo concluye. Se trata de una medida muy valorado por los empleados ya que les permite la conciliación familiar entre otras cosas. Las ventajas de las jornadas flexibles en el trabajo son muchísimas, los trabajadores se sienten más motivados con este tipo de incentivos y así aumenta la productividad de la empresa.

Optar por un horario flexible no significa que los empleados vayan a trabajar menos horas sino que las repartirán según sus necesidades.

La gestión de horarios flexibles es todo un reto para el equipo de RRHH. Comprobar que cada empleado cumple con su horario cuando no hay una hora fija de entrada ni salida puede parecer difícil, pero existen diferentes tipos de horarios flexibles y herramientas que permiten gestionar los horarios flexibles de manera óptima.

Pasos para gestionar la jornada laboral flexible

Si nuestra empresa va a ofrecer horario flexible a los trabajadores y no queremos que ello implique pérdida de control es necesario tener en cuenta una serie de consideraciones.

1. Tipos de horarios flexibles

Cuando hablamos de horario flexible encontramos varios tipos de gestión de fichajes de los trabajadores. Dependiendo del plan de negocio de la empresa podremos aplicar el horario flexible de manera libre o con restricciones.

Horario fijo – variable: La empresa ofrece diferentes horarios a los trabajadores y escogerán aquél que mejor se adapte a sus necesidades. Se trata de un horario de fichajes clásico con unas horas de entrada y salidas marcadas por la empresa. Por ejemplo 8h-17h, 8h.30min-17h.30min o 9h – 16h
Horario flotante: El trabajador tiene un rango de horas de entrada y una vez ha comenzado su jornada laboral tiene que realizar todas las horas de su jornada laboral. Por ejemplo, la empresa ofrece a sus trabajadores acceder de 8 a 9.30 y saldrá cuando haya llegado a las 8 horas de trabajo si es una jornada completa.
Horario libre: ¿El horario flexible implica que los trabajadores escogerán las horas del día que van a trabajar? Así es, este tipo de horario flexible es el que da máxima libertad a los trabajadores. Gestionan de manera independiente su jornada laboral con tal de que se cumplan los objetivos.

2. Negociar el horario flexible

Si hacemos partícipes de la decisión a los trabajadores mejoraremos el clima laboral y se sentirán más motivados. Así la empresa conseguirá reducir el absentismo laboral, aumentar la productividad y reducir los niveles de sobrecarga laboral.

Si el funcionamiento de la empresa es en base a turnos rotativos es complicado aplicar la jornada laboral flexible, pero puede ser una buena medida negociar las horas de inicio de cada turno.

3. Comunicación del horario

Para que cada trabajador controle su tiempo de manera productiva es necesario transmitir la cultura del control de tiempo. La empresa tiene que transmitir confianza hacia los trabajadores que son capaces de autogestionarse. Aunque parezca que la empresa es permisiva con el horario, el control de la jornada sigue presente en la gestión flexible.

4. Herramientas de gestión

¿Cómo podemos gestionar eficazmente la revisión de horarios si cada trabajador accede a su puesto de trabajo a una hora diferente? Utilizando herramientas que nos permitan realizar el control. Existen sofwares que registran las horas de entrada de cada trabajador y calcula si ha cumplido con su jornada laboral, también plantillas de horarios que ayudan a las pequeñas empresas a llevar el seguimiento. Así la gestión del horario flexible resulta mucho más cómoda.