¿En qué consiste el principio de partida doble en contabilidad?
A continuación vamos a explicar de qué trata el principio de la partida doble en contabilidad. Esta se basa en que no hay deudor sin acreedor. Esto se traduce en que en cada asiento contable intervengan dos cuentas de mayor, una irá al Debe y la otra al Haber. De esta forma, podremos ver que hay una igualdad entre los ingresos y lo que gastamos.
El principio de doble partida es una técnica que utilizamos para reflejar todas las operaciones de la empresa en un tiempo determinado. De esta forma, vemos como dos cuentas (como mínimo) aparecerán en nuestro asiento contable, irán en el Debe y el Haber en contabilidad.
Definiendo la teoría de la partida doble contable
La teoría de la partida doble en contabilidad es la que representa un sistema contable que consiste en crear unos registros en los que aparecerán cuentas de cargo y unos abonos y que nos dirán tanto las disminuciones o, por el contrario, aumentos en el balance general.
Si retrocedemos en el tiempo, podremos comprobar desde cuándo se aplica esta teoría de la partida doble en contabilidad. En el siglo XIII aparecen escritos donde reflejan estos procedimientos de contabilidad, a los que nos hemos referido antes y conocidos como debe y haber.
Fue Fray Luca Bartolomeo de Pacioli, también conocido como Luga di Borgo, el que encontró una serie de pergaminos, generalmente usados por las clases media y alta. En ellos aparecía reflejado la gestión de las posesiones y empresas de estas clases sociales. Por su parte, Fray Luca decidió hacerlo de dominio público, popularizando este novedoso sistema de contabilidad. Por eso, se le conoce por una frase que reza así “No hay deudor sin acreedor”.
En este sentido, siguiendo el principio de la partida doble, deberemos anotar en el debe el aumento de las cuentas de activo, diminuciones de patrimonio y disminuciones de pasivo. Mientras, en el haber anotaremos las disminuciones de activo, los incrementos de patrimonio (capital contable) y los aumentos de pasivo.
Es importante no confundir el sistema de partida doble con la doble contabilidad, ya que esta última supone un delito fiscal que conlleva consecuencias económicas y penales.