El debe y haber en contabilidad
Todas y cada una de las cuentas de contabilidad están formadas por dos términos indispensables: el debe y el haber. Tanto uno como otro nos sirve para establecer los registros de una empresa, es decir, registrar las cantidades referentes a las transacciones realizadas en esta última. Sin embargo, el debe y haber en contabilidad tienen que estar bien diferenciados ya que tienen objetivos distintos.
El debe registra todo lo que una empresa recibe, mientras que el haber registra todo lo que entrega una empresa. Las cuentas contables se representan en forma de T, con dos columnas en las que se van anotando valores que representan los movimientos de esa cuenta contable.
Diferencias entre el debe y el haber en contabilidad
La representación gráfica de estos dos términos económicos en las cuentas contables es muy sencilla. Normalmente, la columna de la izquierda es el Debe y la columna de la derecha el Haber. Es conveniente dejar estos nombres durante toda la operación, para que luego no haya equivocaciones.
Cuando asentamos una operación, estamos registrando una determinada transacción en una cuenta, y el valor correspondiente se escribe en una de estas dos columnas. Hay que tener en cuenta el tipo de transacción y de cuenta para que esas anotaciones sean correctas. El funcionamiento de una cuenta contable es muy sencillo.
La gran diferencia entre debe y haber en contabilidad es el saldo. Si el debe es mayor al haber, la diferencia entre ambos se denomina deudor. Si el haber es mayor al debe, entonces se denomina acreedor. Y si son iguales, se le denomina saldo nulo.
Dónde anotar una operación de contabilidad
El error más común que se suele cometer al realizar este tipo de operación de contabilidad es el de anotar el valor en la columna equivocada, o no tener claro si un movimiento va en la columna del Debe o en la del Haber.
Muy fácil. Los débitos y los ingresos siempre irán en el Debe, lo que se le llama cargar o debitar. Por lo tanto, los créditos o egresos se anotan en el Haber, que se puede llamar abonar o acreditar.
Existe una regla muy sencilla para saber en qué columna apuntar los movimientos contables: Las cuentas de activo y de resultados negativos suman por el debe y restan por el haber.
Las demás cuentas, que no son ni de activo ni negativas, funcionan a la inversa, es decir, suman por el haber y restan por el debe.
Para exponer una pequeña conclusión de la diferencia entre debe y haber en contabilidad, y saber dónde hay que anotarlas en los documentos contables hay que tener claro que:
- cuentas de activo y resultados negativos → suman por el debe y restan por el haber.
- cuentas de pasivo, patrimonio neto y resultados positivos → suman por el haber y restan por el debe.
La regla de partida doble en contabilidad
Esta regla es importante para realizar este tipo de operaciones. Es un método de registro contable que se basa en el principio de que no hay deudor sin acreedor. Mediante este sistema, intervendrán al menos dos cuentas en cada operación, de la forma en que la suma de los registros del debe tienen que ser iguales a los del haber. Es decir, cada vez que sumemos una operación, la suma de los créditos debe ser igual a la de los débitos.
Además, gracias a esta regla, cada asiento se hace en dos cuentas, lo que facilita la comprensión. Al realizarse así, es cuando la suma de los débitos debe ser igual que a la de los créditos, que en definitiva es lo que hemos dicho antes, la suma de la columna del debe tiene que ser igual que a la del haber.
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