Funcionamiento de la cuenta contable

Funcionamiento de una cuenta contable

El funcionamiento de una cuenta contable es muy complejo, pero sin lugar a dudas es muy beneficioso para todas las empresas, ya que su seguimiento es importante para conocer ciertos detalles sobre el negocio.

Las cuentas son el mayor elemento contable con el que una empresa puede trabajar. Sus datos son exactos, detallados y ofrecen al negocio una seguridad en el ámbito de la contabilidad. En estas cuentas, encontramos dos actores fundamentales: el debe y el haber. Estos dos elementos son los encargados de registrar cada movimiento de cada cuenta, según si son cuentas de activo (bienes y derechos) o de pasivos (deudas y obligaciones).

Estructura de una cuenta contable

La estructura de una cuenta contable no tiene mucha dificultad. En contabilidad, cada cuenta se identifica gracias a un número. Cada componente que quiera hacer un apunte en el debe o en el haber, tiene que tener una cuenta propia, mejor si es individualizada para cada elemento, así se obtiene más detalle.

Además, no solo hablamos de elementos básicos, como pueden ser los clientes, bancos, proveedores, existencias, activos inmobiliarios, sino que también puede ser cualquier otro elemento contable como amortizaciones, capital, intereses, impuestos, etc.

El exterior del funcionamiento de una cuenta contable es sencillo. La representación gráfica en los documentos contables y libros aparece con forma de “T”, con el título de la cuenta en la parte superior y las dos columnas del debe y del haber. Ahí se representan los movimientos, y cuando se produzca alguna operación que afecte a esa cuenta, anotaremos la cantidad correspondiente en la columna correspondiente, dependiendo del tipo de operación y de cuenta.

Cómo funciona las cuentas contables

En contabilidad, existe un principio de contabilidad de correlación que afecta directamente a la reciprocidad en el debe y haber. Una anotación en el debe de una cuenta, supone siempre otra anotación en el haber. Esto se conoce como partida doble, y es un método de registro contable que se basa en el principio de que sin deudor, no hay acreedor. En la utilización de este sistema, también llamado asiento contable, intervienen al menos dos cuentas. De esta forma, la suma de registro del debe tiene que ser igual a la suma de registros del haber.
Es decir, cada vez que realicemos este tipo de operaciones, tenemos que fijarnos que la suma de los créditos debe ser igual a la suma de los débitos.
Por ello es importante entender el funcionamiento de una cuenta contable, para realizar bien los asientos, ya que son la base de la contabilidad.

Las cuentas contables se dividen en dos: activo y pasivo

  • Las cuentas del activo (bienes y derechos) aumentarán su valor a medida que se hagan anotaciones en el debe, y por lo tanto, disminuirán su valor mediante anotaciones en el haber.
  • Por otro lado, las cuentas del pasivo (obligaciones y deudas) disminuyen su valor, se vuelven negativas, lo que conlleva a un aumento de nuestra deuda. Con las anotaciones en el debe incrementa su valor, y se hace más positivo. Entonces, la cuantía de la deuda disminuye mediante anotaciones en el haber.

Objetivos de cada cuenta contable

A veces es difícil entender el funcionamiento de una cuenta contable. Puede llegar hasta parecer contradictorio, pero simplifiquemos el asunto. Las cuentas de activo y de resultados negativos suman por el debe y restan por el haber. Las demás cuentas, que no son ni negativas ni activas funcionan al revés, suman por el haber y restan por el debe.

Otra manera más fácil de entenderlo es en base a la terminología contable. Esta nos habla de aplicación y origen para el debe y el haber: aplicación/debe y origen/haber.

Tipos de contabilidad empresarial

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