Emitir una factura proforma

¿Un particular puede emitir una factura proforma?

La factura proforma es un documento utilizado como garantía en la compraventa de un producto o servicio de cara al comprador, para fijar las condiciones de la operación como el precio, gastos externos, etc.

En general, cuando se va a realizar una transacción entre particulares, lo normal no es efectuar una factura proforma sino un contrato privado de compraventa, ya que aunque la proforma no tiene carácter fiscal como tal y por tanto, carece de implicación hacia Hacienda, es un documento emitido por autónomos y empresas.

La factura proforma tiene mucha utilidad entre empresas como garantía de que el precio que refleja será válido durante el plazo que el documento estipule a modo de promesa, y sin validez contable. En las transacciones internacionales se usa a modo de borrador entre las dos partes y como documento de seguridad en las aduanas.

Consulta para qué sirve una factura proforma y cuál es su utilidad más importante.

Factura proforma o contrato privado de compraventa

En los casos en los que un particular comercializa un bien o producto a otro particular, como sucede en el caso de los vehículos de segunda mano, la opción más adecuada como documento de seguridad para mantener las condiciones comerciales es el contrato privado de compraventa, aunque su naturaleza es diferente a la proforma.

En él, se resumirán todas las cláusulas de precio, datos identificativos de comprador y vendedor, el producto que va a ser sujeto de la operación, y cualquier otro distintivo importante que intervenga en la transacción.

El contrato privado de compraventa se puede utilizar como justificante ante el banco, en caso de que el comprador desee solicitar un préstamo personal para poder adquirirlo.

Además, si alguna de las partes fallara en su promesa, también habría posibilidad de reclamación judicial, una vez que se ha emitido el contrato privado de compraventa y se hubiera prestado consentimiento de las condiciones expuestas.