Las listas de morosos más populares
Cuando una empresa tiene deudas, es decir, no paga las facturas a los proveedores o no cumple con los pagos de los créditos solicitados, puede ser incluida en una lista de morosos.
Estos listados recogen los datos tanto de personas físicas como de compañías. Está formada por una base de datos totalmente automatizada que recoge todos aquellos que tengan algún impago.
Esto no quiere decir que de un día para otro pueda aparecer una empresa en dicho listado. Para que esto suceda, la compañía ha tenido que acumular cuatro meses de impagos. Al menos es lo que dicta la Agencia Española de Protección de Datos. No obstante, hay empresas que al tercer recibo devuelto proceden a introducir a su cliente en dichas listas de morosos.
Qué son las listas de morosos y cómo funcionan
Como ya hemos comentado, las listas de morosos recogen los datos de aquellas personas físicas o jurídicas que no pagan a tiempo sus facturas. Estos ficheros están regulados por la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal.
En dicha ley, se señala que una vez que se ha sido incluido en este tipo de ficheros, el afectado ha de ser avisado en un plazo máximo de un mes. Asimismo, se recoge su derecho a recopilar toda la información sobre ello.
Los motivos para ser incluido en este tipo de “listas negras” son: tener varias facturas o mensualidades pendientes, bien con una entidad bancaria o con una empresa que presta servicios a nuestro negocio.
El que nuestra empresa haya sido incluida en este tipo de ficheros nos va a perjudicar cuando vayamos a solicitar financiación o un préstamo a cualquier banco o empresa. Si nuestra empresa ha sido agregada en alguna de las listas existentes de morosos, lo primero que debemos hacer es pagar todas aquellas facturas o mensualidades que tengamos pendientes. Esto no quiere decir que se nos haya eliminado de estas listas.
Esto quiere decir que aunque nuestro nivel de deuda se haya visto reducido a cero, los gestores de estas listas de morosos no actualizan los datos y, por lo tanto, el nombre de nuestro negocio continúa en esos ficheros.
De ahí que muchas veces las propias empresas afectadas son las que solicitan que se les elimine de esas listas de morosos. Por supuesto, deberemos acreditar que se han cumplido con todos los pagos. Pero es posible salir de la lista de morosos y conseguir la financiación que necesitamos.
Listados de morosos existentes
En España existen varios listados de morosos. Sus gestores son los encargados de informar tanto a empresas como a personas físicas si han sido incluidas en alguna de ellas. Las listas más importantes son tres:
- Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito (ASNEF). Este fichero fue creado en 1967 y está gestionado por Equifax. Los datos son aportados por los propios socios (bancos, cajas de ahorro, editoriales, aseguradoras, eléctricas, compañías de gas, de teléfono, etc.).
- RAI o Registro de Aceptaciones Impagadas es el lugar donde se guarda la información sobre impagos y deudas con una cuantía de 300 euros o más que posean las empresas. Este tipo de datos son facilitados por los Bancos, Cajas de Ahorro y Rurales, así como las Cooperativas de Ahorro. En el instante que un pago no se acepta, la empresa es dada de alta en esta base de datos de morosos. Aunque cabe señalar que esta información no puede permanecer más de dos años y medio.
- Central de Riesgos (CIRBE) o Central de Información de Riesgos (CIR). Esta base de datos es propiedad del Banco de España. En ella recopila los riesgos que tienen las entidades de crédito con sus respectivos clientes. Esto quiere decir que aquí aparecen todos los créditos, préstamos y avales de todas las entidades financieras.