Los pilares de una buena gestión empresarial
Para que una empresa tenga éxito es necesario que tenga una buena gestión empresarial. Esta última es la que garantiza que la compañía tenga la mayor productividad, sea competitiva y en definitiva que deje beneficios a los socios.
Factores para una buena gestión empresarial
Esta gestión empresarial se basa en una serie de pilares. Estos pueden variar en número dependiendo de muchos factores. Aquí vamos a citar 12 que creemos que son los fundamentales para que una empresa sea rentable y pueda crecer.
1. Los clientes
La satisfacción del cliente debe ser el objetivo fundamental de cualquier empresa. El cliente debe quedar satisfecho no solo con el producto sino también con la atención recibida tanto antes como después de realizada la venta (el conocido servicio post-venta).
Para que nuestro servicio de atención al cliente sea bueno tenemos que convertir está atención al cliente en la filosofía de nuestra empresa. También deberemos dedicar tiempo a conocer a nuestros clientes, crear una estrategia para satisfacerles, crear un modelo para que todos nuestros empleados lo sigan y valorar los resultados para ver si el sistema creado está funcionando o no.
2.Cultura organizacional innovadora
La cultura de la organización es fundamental. Si tanto los trabajadores como la dirección comparten los mismos valores, pondrán dar lo mejor de sí en la realización de su trabajo.
Debemos tener claro que el éxito de la empresa se basa no en el producto que vendamos, que puede tener multitud de otros productos similares, sino en el talento de las personas que trabajan para la empresa y que hacen que ese producto destaque sobre el resto.
3. Automatización de procesos
El automatizar procesos rutinarios o pesados que se prestan a que los trabajadores tengan mayores errores nos permite: agilizar tiempo, mejorar la precisión en dichas tareas y que nuestros empleados estén centrados en aspectos más importantes.
4. Uso de las tecnologías de información digital
El aplicar las nuevas tecnologías en nuestra empresa nos permite, sobre todo, estar más cerca de nuestros clientes y poder darles un servicio más personalizado. A través de programas de facturación o aplicaciones de gestión empresarial se consigue optimizar recursos.
5. Sistema de gestión de calidad
Debemos tener algún sistema que nos permita lograr la calidad tanto en los productos como en el servicio que ofrecemos. Este sistema de control de calidad nos permitirá conocer nuestros puntos débiles para realizar los cambios oportunos.
6. Financiación y toma de decisiones financieras
Necesitamos asesoría y administración financiera que nos ayude a orientar nuestra estrategia en función de nuestros objetivos.
7. Alianzas estratégicas
En momentos en que queramos lanzar un nuevo producto o entrar en un nuevo mercado puede ser interesante colaborar con otra u otras empresas.
8. Gestión de riesgos
Hay que tener estrategias para la prevención y evaluación de los riesgos. Del mismo modo, hay que contar con estrategias que puedan manejar dichos riesgos con el objetivo de mitigar sus efectos en nuestra empresa.
9. Toma de decisiones
Debido a que cada decisión que se toma supone un coste de oportunidad, hay que analizar concienzudamente la información de la que se dispone. Siempre se debe tener en mente los objetivos perseguidos para que la decisión que tomemos sea la más adecuada para conseguirlos.
10. Innovación
Para ser competitivos es necesario que estemos en cabeza a la hora de aplicar las últimas tendencias y herramientas de gestión empresarial.
Dentro de la innovación podemos distinguir entre la radical y la incremental, según sea de repentina la adopción de las innovaciones.
11. Un equipo comercial potente
Actualmente la tendencia entre los comerciales es considerarse un orientador de los clientes más que un simple vendedor. Seguimiento de los clientes es clave para el éxito comercial.
12. Delegación de tareas
Aquí podemos distinguir la delegación de tareas enfocada en el proceso y la enfocada a resultados.
En la orientada a procesos, orientas a la persona delegada en los pasos a seguir y este debe darte cuenta de los resultados.
Por otro lado, en la orientada a resultados, le dejas a la persona delegada toda la responsabilidad en el proceso y sólo le indicas los resultados que se esperan obtener.