¿Cuándo se utiliza la factura de compensación?
Existen varias clases de facturas: factura ordinaria, factura simplificada, factura rectificativa, factura electrónica… Sin embargo, si quieres reducir los pagos adeudados en tu empresa, existe una factura especial para compensarlos. ¡Sigue leyendo para averiguar más!
Qué es la factura de compensación
La factura de compensación es un procedimiento jurídico regulado por el Código Civil. Permite que las empresas deudoras y acreedoras compensen sus cuentas sin perder solvencia. A este proceso también se le denomina compensación de deudas, a través de una factura de compensación.
Con esta compensación, se cancela una deuda o parte de ella, pero sin que haya un intercambio de dinero. Hoy en día, muchas empresas y muchos emprendedores no pueden superar sus deudas por falta de liquidez. Por ello, surge esta factura como medio de pago en efectivo.
Requisitos y regulación de la factura de compensación
Este método no es tan simple como parece. Hay que tener en cuenta una serie de condiciones legales para poder realizar una compensación. En primer lugar, ambas partes serán deudoras y acreedoras la una de la otra; si no, no habrá compensación legal. En segundo lugar, las deudas serán de la misma naturaleza y calidad. Por último, las deudas estarán vencidas y serán exigibles al mismo tiempo. En el Código Civil español, figuran estos requisitos y otra información relativa a la factura de compensación.
Por un lado, la compensación legal resulta aplicable por los preceptos legales del Código Civil. Por otro lado, la compensación convencional se rige en España por el principio de autonomía de la voluntad. En este caso, permite que las partes establezcan pactos que estimen apropiados, siempre que no concurran con las disposiciones legales. Por último, la compensación judicial es la que ordena un juez a instancia del interesado. De esta manera, en la sentencia decreta que el crédito del demandante compensa el que ostenta el demandado.
Utilidad de la factura de compensación
Es habitual que muchas empresas utilicen esta factura como medio de cobro para intercambiar servicios o compras para el negocio. Así, mejora la imagen de la empresa y genera mayores beneficios para inversiones futuras. También resulta una ventaja para dar credibilidad al balance empresarial. A medida que compensas las cuentas de los deudores, van disminuyendo los saldos de los proveedores.
Es importante comprender que no es una modalidad de pago. Aun así, es una opción que no producirá pérdidas directas en la empresa en el ejercicio que corresponda al vencimiento. Por ello, es una práctica común entre autónomos y empresas, pues no necesitan liquidez para contratar un servicio.
La factura de compensación bancaria
¿Y si un cliente tiene saldos deudores y a su favor frente al banco? Muchas empresas incurren en deudas a causa de transacciones de diversa índole. Esto suele ocurrir cuando los clientes son titulares de activos y de pasivos respecto a una misma institución financiera. Por ello, para que no haya error, se establecen cláusulas sobre la posibilidad de compensar saldos deudores y acreedores.
No obstante, la compensación en el ámbito bancario no es algo negativo como algunos piensan. Entidades como el Banco de España concretan la necesidad de esta práctica en los contratos.
Atención con el principio de no compensación
En términos contables, no se permite la compensación de cuentas de activo con las del pasivo. Sin embargo, sí es posible cuando hay una negociación entre las partes para liquidar esas deudas o diferencias de saldos.
Como hemos visto, es una solución cómoda e interesante para empresas que se encuentran en situación de deudas. Aunque todavía es un método algo desconocido, se irá extendiendo entre empresas grandes y pymes.