Los 4 documentos financieros más utilizados por un autónomo
En términos generales, un documento financiero recoge por escrito la obligación de saldar una deuda. Al facturar tus servicios, quizás tus clientes no puedan pagarte en el momento y decidan hacer uso de alguno de los documentos financieros a su disposición. También es probable que tengas que recurrir a estos instrumentos para financiar cierta inversión o para retrasar el pago de tus diversos gastos. Sea cual sea el motivo, es recomendable familiarizarse con los principales documentos financieros para autónomos.
Los documentos financieros imprescindibles para el autónomo
A continuación repasamos brevemente los 4 instrumentos más comunes, a saber: el cheque, el pagaré de empresa, el pagaré bancario y la orden de compra. Te daremos las claves más importantes de los documentos financieros para autónomos.
1. Cheque bancario
Mediante este documento mercantil, el emisor, conocido como librador, ordena a su entidad bancaria, el librado, que pague una cantidad determinada al beneficiario, el tenedor. Siempre se extienden a la vista, es decir, que se pueden cobrar desde el momento de su emisión. Aunque un cheque es equiparable al dinero en efectivo, tiene un periodo de validez específico: 15 días para los emitidos en España, 20 para los extendidos en Europa y 60 para el resto.
Además, existen dos tipos de cheques: nominativos y al portador. En el primer caso, solo la persona cuyo nombre figura en el documento podrá cobrarlo. Sin embargo, esta podrá endosarlo, firmándolo en el reverso, para que pueda hacerlo cualquier persona que lo presente en el banco.
2. Pagaré de empresa
Como su propio nombre indica, este documento financiero supone la promesa futura del pago de una deuda. Así pues, siempre se extienden a plazo, o lo que es lo mismo, solo se podrán cobrar a partir de una fecha determinada. El emisor, conocido también como librador, se compromete a satisfacer la cantidad adeudada en un plazo concreto al tenedor, el beneficiario. Este último deberá estar conforme, dejando constancia por escrito junto al plazo acordado, y se hará cargo de los gastos derivados del cobro. Cabe señalar que se trata de una promesa, no de un medio de pago. Esto significa que no existen garantías de la satisfacción efectiva de la deuda. Aun así, autónomos y empresas utilizan con frecuencia este tipo de documento como medio de financiación. Para ello, su valor y rentabilidad se fijan de antemano.
3. Pagaré bancario
Se trata de otra variante del pagaré. Actualmente es uno de los documentos financieros para autónomos más empleado, debido en gran medida a la sencillez del proceso. Para este tipo de pagaré, a diferencia del resto, el librador obtiene un talonario de su entidad bancaria, por lo que solo debe cumplimentar unos pocos datos. Asimismo, al mediar un banco con acceso a las cuentas del librador, presenta menor riesgo. Se diferencia del cheque bancario en la fecha en la que se efectúa el pago, aunque el tenedor podrá cobrarlo al momento si el banco le adelanta la cantidad.
4. Orden o pedido de compra
Otro de los documentos financieros para autónomos más habituales es la orden de compra. Este instrumento oficial emitido por el cliente pone por escrito su compromiso de abonar los bienes o servicios una vez entregados o prestados, respectivamente. Se trata de un documento bastante frecuente en el mundo empresarial ya que, para todo bien o servicio que se adquiera, se extenderá la correspondiente orden de compra al proveedor. Cabe señalar que no tiene la misma validez contable que una factura. Sin embargo, el hecho de haber recibido una orden de compra permite el envío de la misma.