Beneficios de la financiación interna

Ventajas de la financiación interna de la empresa

La financiación interna de una empresa es aquella que viene aportada por los socios de esta. Si la empresa requiere de un aporte extra de dinero para cometer nuevos proyectos o ideas, o simplemente para hacer frente a los gastos que se producen de manera periódica y no son abastecidos por los beneficios generados en la propia empresa,  podemos recurrir a la financiación propia del negocio. Vamos a ver con más detalle en qué consiste este método de financiación empresarial.

En qué consiste la financiación interna del negocio

Este capital formaría parte del patrimonio neto de la empresa y recibe el nombre de recursos propios. Por tanto, estaríamos hablando de autofinanciación de la empresa. Estos recursos se producen debido a la actividad mercantil de la propia compañía.

Desde el punto de vista de la contabilidad, se trata de una fuente financiera ubicada en el Pasivo, dentro del Patrimonio neto o recursos propios de la compañía. Una vez que se conozca el resultado del ejercicio y se hayan pagado a todos los agentes que supongan un gasto económico de la empresa, el resto queda a libre disposición de los socios.

Estos fondos pueden servir como financiación interna para lanzar otros proyectos sin la necesidad de acudir a préstamos con terceros, ni pedir a los socios.

La financiación interna se efectúa con los recursos propios de la empresa que proceden en su mayoría de los beneficios que ha obtenido la empresa, pero que no se ha repartido entre los socios o el personal de la empresa.

Una opción es combinar los dos modos de financiación, es decir, la propia y la ajena. De este modo, no agotaremos los recursos de la empresa.

Tipos de autofinanciación

Podemos distinguir entre mantenimiento y enriquecimiento. En el primer caso, los recursos se destinan al mantenimiento productivo de la empresa y en el segundo caso, se hace referencia a aquella parte de los beneficios que no se distribuyen entre los accionistas y pasan a formar parte del fondo de reserva de la empresa.

Ventajas y desventajas de la autofinanciación empresarial

Pero, ¿cuáles son las ventajas de la autofinanciación empresarial?

  • Independencia financiera. Con los beneficios que se van obteniendo de la actividad empresarial, se puede destinar parte a financiar aquellos proyectos que sean necesarios gracias a la autofinanciación.
  • No hace falta pedir aprobación. Esto es debido a que al ser un recurso propio no es necesario contar con la aprobación proveniente del exterior.
  • Menor coste. Se reducen los posibles gastos bancarios, financieros y administrativos cuando se recurre a una financiación con terceros. Por lo tanto, se produce una rentabilidad financiera.
  • No hay que pagar impuestos. Cuando se recurre a una financiación externa, hay que pagar los correspondientes impuestos.
  • Tesorería más saludable. En el sentido que no hay que realizar los pagos correspondientes junto a intereses de un préstamo solicitado a una entidad financiera, por ejemplo.
  • No son necesarios los avales ni las garantías.
  • No existe un plazo de devolución concreto.

Aunque pueda parecer que todo son ventajas, hay que tener en cuenta que si empleamos todos los recursos disponibles, nos podemos quedar sin recursos propios que nos ayuden en el día a día. A continuación indicamos otros inconvenientes de la financiación propia en la empresa:

  • Cuando se incrementa la cantidad de la financiación interna quiere decir que la empresa está teniendo beneficios, pero todo lo que destinemos a esta autofinanciación restará rentabilidad de dividendos y corremos el peligro de no remunerar a los accionistas en función a su aportación.
  • Seguramente otros proyectos se quedarán en el camino porque no se puede financiar todo con financiación interna.
  • Limitación de recursos.
  • A veces la financiación interna la destinamos a inversiones poco rentables.
  • En otros momentos, la autofinanciación dificulta que se realicen otras inversiones más rentables al no tener recursos suficientes.

En cualquier caso, acudir a la financiación interna de la empresa requerirá los dos siguientes puntos a tener en cuenta. En primer lugar, los recursos necesarios para ello y, en segundo lugar, planificar bien esta financiación en cada uno de los proyectos de la empresa, así como en sus gastos.

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