¿Cuándo es obligatoria una auditoría de cuentas?
Independientemente del tamaño de una empresa, esta necesita conocer el estado de sus cuentas. Uno de los recursos más conocidos para hacer esto son las auditorías empresariales. Estas deben ser realizadas por un responsable o un grupo especializado en ello y que posea un criterio independiente. Los resultados del proceso se recogerán en un documento que servirá como referencia tanto a los integrantes de la propia empresa como a terceros.
Los informes de auditoria han de elaborarse conforme a las normas de contabilidad y deberán cumplir con lo establecido en la Ley de Sociedades, el Código de Comercio, el PGC y las normas desarrolladas por Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas.
Clasificación de las auditorías
No existe una única auditoría, sino que hay diferentes tipos de auditorias en función de una serie de características a tener en cuenta. Según el:
- Sujeto: interna/ externa, pública/privada.
- Objeto o área donde se realiza: Operativa, de cumplimento, estados financieros.
- Alcance: Totales o completas y parciales o de alcance limitado.
- Origen del mandato: obligatorias o voluntarias.
- Otros: forense, de partes vinculadas o de combinaciones de negocios y de CCAA consolidadas.
Veamos en qué consiste cada una de ellas:
- Auditoría interna o externa. Esta la lleva a cabo un empleado de la propia empresa (interna) o un auditor ajeno a la empresa (externa).
- Auditoría privada o pública. Esto variará en función de la entidad auditora, si esta es de ámbito privado o pertenece a una entidad u organismo público.
- Auditoría operativa u operacional. En ella se evalúa tanto la empresa como su gestión. El objetivo es proponer mejoras para una mayor eficiencia y eficacia en los procesos de producción.
- Auditoría de cumplimiento, también denominada auditoría administrativa. Se revisan todos los métodos y procesos correspondientes al proceso administrativo, con el fin de asegurar que se están cumpliendo con los planes, políticas y normativas. También se mide el impacto que esto tiene en la empresa.
- Auditoría financiera. Evalúa el estado financiero de la empresa. Es la más conocida porque es la que más se utiliza. También se la conoce como auditoría de cuentas anuales y se encarga de verificar que la contabilidad refleje la imagen real de la empresa.
- Auditoría total o completa. Es aquella que revisa la totalidad de las operaciones.
- Auditoría parcial o alcance limitado. En este caso solo se revisa un área completa.
- Auditoría forense. Un auditor independiente investiga las consecuencias del fraude en la entidad.
- Auditoría de partes vinculadas. Se realiza sobre las operaciones que se llevan a cabo entre las empresas pertenecientes a un mismo grupo.
- Auditoría de combinaciones de negocios y de los estados financieros consolidados. En el primer caso, se trata de una auditoria que analiza las operaciones en las que una empresa toma el control de otro negocio. Por su parte, la segunda hace referencia a la revisión anual de las cuentas de aquellas empresas integradas en un grupo de sociedades.
Nos faltan por mencionar la auditoría obligatoria y la voluntaria en las que nos vamos a detener un poco más. En España hay entidades que están obligadas a auditarse y otras que no, pero lo hacen de manera voluntaria. Veamos en qué casos esta auditoría es obligatoria.
Auditoría obligatoria
La Ley de Sociedades de Capital fija una serie de criterios que determinan la obligatoriedad de auditarse. Estos son:
- Contar con ingresos superiores a 5.700.000 euros.
- Un activo superior a 2.850.000 euros.
- Disponer de una plantilla a más de 50 empleados.
- Sí se trata de Entidades de Interés Público (fundaciones bancarias, entidades de crédito, aseguradoras, etc.
- Empresas que reciban ayudas o subvenciones de organismos públicos superiores a 600.000 euros.
Auditoría voluntaria
Es aquella empresa que sin estar obligada a auditarse, decide hacer una auditoría. Ésta debe cumplir con las mismas normas que la obligatoria, pero no hay obligación de publicarla por tanto, un auditor inscrito en el Registro Oficial de Auditores de Cuentas (ROAC) será el encargado de llevarla a cabo.
Este tipo de auditorías se realizan porque exista un acuerdo dentro de la propia sociedad, haya una obligación con un tercero o si una parte de los socios (al menos el 5%) la solicite.
Importancia de la auditoria empresarial