Importancia de la auditoria empresarial
Hoy en día, en ninguna empresa pone en duda que la calidad sea una ventaja competitiva. Pero para comprobar que la empresa está desarrollando su actividad de manera eficaz, es necesario utilizar una serie de herramientas. Estas últimas nos permitirán detectar tanto los logros como las deficiencias que pueda haber dentro de la compañía. De ahí, la importancia de las auditorías.
Por lo general, las empresas suelen interpretar por auditoría algo negativo. Pero debemos tener en cuenta que una auditoría no es una inspección a una supervisión para controlar los procesos o verificar que se esté haciendo bien un producto.
Lo que busca la auditoría es que se cumplan con las normas establecidas por la empresa así como los requisitos legales correspondientes y también nos va a permitir detectar aquellas deficiencias que nos impiden mejorar en nuestra actividad diaria. Esto va a permitir corregir y adecuar nuestro sistema de calidad y avanzar en el desarrollo y mejora continua de la compañía. Son una herramienta indispensable para la correcta gestión empresarial.
Por tanto, lejos de un aspecto negativo lo que se consiguen son numerosas ventajas para la propia empresa como consecuencia de los resultados reflejados en el informe de la auditoría. Algunas de estas ventajas son:
- Permite verificar sí el sistema de calidad implantado cumple con los requisitos especificados
- Comprobaremos si el sistema implantado es eficaz y eficiente.
- Esta herramienta de autoevaluación dará una mayor confianza a los clientes y también una mejor imagen de la empresa.
- Y cumpliremos con los requisitos incluidos en las distintas normas internacionales, así como aquellos enmarcados en el sistema de calidad.
- Permite detectar puntos de mejora de la empresa.
- Establecer medidas para un mejor control financiero y de gestión.
- Ayudar a establecer estrategias para conseguir mayores niveles de ahorro y rentabilidad.
- La detección de incidencias nos va a suponer un ahorro de costes en el futuro.
¿Qué empresa tiene que pasar un proceso de auditoría?
Las empresas pequeñas, por lo general, no están obligadas a realizar auditorías. Aunque sí es necesario realizar una auditoría cuando hay evidencias de gastos excesivos, quejas de los clientes, incumplimiento de proyectos, excesiva rotación de recursos humanos o cuando los resultados no son los que se esperaban.
Existen diferentes tipos de auditorías que se pueden realizar para conocer en profundidad cada departamento de la empresa, por ello aunque destacan las auditorias contables, también es posible llevar a cabo auditorias de recursos humanos o auditorias de sistemas.
Obligatoriedad de las auditorias
Por otro lado, existen varios supuestos en los que la empresa está obligada a realizar una auditoría. No importa tanto su naturaleza jurídica, sino el hecho de superar los límites fijados para presentar balance abreviado de contabilidad. Esto significa que todas aquellas compañías que durante dos ejercicios consecutivos en el momento en cierre de ejercicio:
- El total de sus partidas del activo superen los 2.850.000 euros.
- El importe neto de su cifra anual de negocios supere los 5.700.000 euros.
- El número medio de empleados durante el ejercicio económico sea superior a 50.
También habrá que tener en cuenta otros criterios que encontramos en el Real Decreto 1517/2011, de 31 de octubre. Por ejemplo, aquí se recoge que las empresas que tengan alguna actividad como cotizar en bolsa que sean cooperativas o entidades sin ánimo de lucro deberán realizar una auditoría.
Asimismo, también deberán someterse a una auditoría toda aquella empresa que recibe subvenciones con cargo a fondos públicos por importes superiores a 600.000 euros.
Otro caso habitual en el que es obligatorio realizar una auditoría, es en aquellas empresas en la que parte de los socios representa al menos el 5% del capital.
Hay empresas que se someten auditorías de forma voluntaria. De hecho, los expertos recomiendan hacer una auditoría una vez al año o cada seis meses.
De esta forma, la gerencia tendrá un mejor control sobre los distintos procesos de la empresa. Podríamos utilizar las auditorías internas con el propio personal de la organización para ir analizando tanto los procesos como los estados financieros de la compañía.
Aunque, también podría recurrirse otras tipologías de auditorías como las auditorías externas, donde un profesional desarrollará un informe en el que recogerá, de forma objetiva los principales problemas que debe resolver o corregir la empresa.