Qué es la base imponible en una factura

Qué es la base imponible y la cuota tributaria en una plantilla de factura

Para calcular cuál será el precio final de un producto o servicio y la cifra que aparezca al final de la factura, que será lo que el cliente tenga que pagar, hay que tener en cuenta dos cantidades importantes: la base imponible y la cuota tributaria. Ambas cifras están relacionadas y, dependiendo de la base imponible, la cuota tributaria será diferente. Veamos de forma más específica que son y cómo se calculan.

La base imponible en una factura

De forma general, una base imponible es una cuantía sobre la cual más adelante se le aplicará el importe de un determinado impuesto o gravamen (por ejemplo el IVA en la facturación) que deberá satisfacer una persona física o jurídica. Por ejemplo, en la declaración de la Renta, la base imponible son los ingresos obtenidos por una persona sin aplicarle el porcentaje que tendrá que pagar o en su defecto que le será devuelto.

En una factura, la base imponible se puede calcular restando el porcentaje del impuesto que se le ha aplicado. Generalmente, la base imponible corresponde al precio de venta de un producto o de un servicio. Sin embargo, puede que a ese precio haya que añadirle otros gastos, como son el transporte, impuestos de adunas, seguros, etc. Es decir, todos los gastos que un cliente deberá hacerse cargo según las negociaciones que haya establecido con el comprador. El precio de venta se calculará en función del proceso de producción de dicho bien o servicio. La empresa tendrá que tener en cuenta gastos como la compra de materias primas, gastos de proveedores, servicios externos, nóminas o el margen de beneficio, entre otros muchos factores.

Una vez se haya sumado todos estos costes, se obtendrá la base imponible, a la que se le deberá aplicar los porcentajes correspondientes de impuestos para poder así obtener el precio final de la factura.

La cuota tributaria en una factura

La cuota tributaria es la cifra que resulta de aplicar los porcentajes de unos impuestos determinados a la base imponible. En una factura, los impuestos que se aplican, por lo general son el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) y el Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas (IRPF). El primer caso está regulada por la Ley del IVA. Para aplicar estos dos impuestos, se deberá tener en cuenta una serie de factores:

  • A qué tipo de cliente se factura. Si es un particular, una empresa o a otro autónomo.
  • Cuál es el tipo de empresa que factura. No es lo mismo que un empresario individual facture en régimen de autónomo que una sociedad anónima.
  • Qué tipo de impuesto se debe aplicar. Por ejemplo, si el porcentaje de IVA a aplicar es de un 4% o de un 21%. Existen diferentes tipos de IVA y exenciones.
  • Si existen exenciones o reducciones del porcentaje. Es el caso de los autónomos que durante los dos primeros años deberán facturar un 7% de IRPF.

Ejemplo de base imponible y cuota tributaria en la factura

Ejemplo de base imponible y cuota tributaria:

  • Tomamos como ejemplo una empresa de tabacos:
    El tabaco cuesta 40.000€. A este coste, se le han de añadir unos impuestos de aduana por valor de 10.000€. En este caso, la base imponible es de 50.000€.
  • Para calcular la cuota tributaria se le aplica el porcentaje de IVA a la base imponible, en este caso, 21% IVA. El resultado es 10.500, por lo que esta cifra será la cuota tributaria.
  • El precio final de la factura será la suma de la base imponible y la cuota tributaria. En el ejemplo, el precio final sería de 60.500€

Es muy importante que aparezcan bien señaladas en cualquier tipo de factura ambas cifras, tanto la base imponible como la cuota tributaria y los desgloses de los impuestos que se han aplicado.

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