¿Cómo tributa el trading? Cuántos impuestos pagamos al invertir en Forex
Si has pensado en realizar alguna inversión debes saber que existen diferentes formas empezar sin necesidad de invertir en bolsa. El intercambio de divisas (Forex) es, para algunos, la primera toma de contacto con los mercados que es mucho más flexible que la bolsa. De hecho, algunos brókers y operadores ofrecen una formación básica a quienes deciden acercarse este mundo. De este modo, es mucho más fácil lanzarse al trading.
Pero antes de invertir en divisas tenemos que tener en cuenta que también vamos a tener que pagar unos impuestos. Esto quiere decir que la fiscalidad de cada producto será lo que marca la diferencia entre la rentabilidad real y nominal de la inversión que llevemos a cabo.
Fiscalidad del trading
Por tanto, lo primero que hay que preguntarse es cómo tributan en las divisas o lo que es lo mismo cuál es la fiscalidad del trading. En otras palabras, todas las ganancias que obtengas van a tener que pagar un tipo de impuestos, es decir, que van a tributar en la declaración de la renta. Y el forex no es una excepción.
Pero, ¿dónde se integra el trading en divisas? Este se encuentra integrado dentro de las rentas de ahorro como ganancia o pérdida de patrimonio. Aquí también estarían integradas las acciones de bolsa, fondos de inversión, los ETF o los CFD. Esto quiere decir que el resultado final de las operaciones que realicemos en divisas habrá que sumarlas al resto de inversiones que forman parte de las ganancias y pérdidas patrimoniales.
La Agencia Tributaria restará el precio de venta al precio de compra. Si la diferencia es positiva habremos tenido ganancias en forex. En caso contrario, habremos tenido una pérdida. Cuando el saldo es positivo, éste se sumará al de fondos de inversión, criptomonedas y otros productos.
Sin embargo, aunque se esté teniendo una ganancia (porcentaje), pero no se ha vendido no tenemos que tributar. Solo se pagan impuestos cuando se produce una venta. Esto es cuando el dinero llega nuestra cuenta. El resto, igual que sucede con la fiscalidad de las acciones de la bolsa, sólo son ganancias virtuales. Eso sí, recuerda restar aquellos gastos como comisiones de compra-venta por los cambios de moneda al contabilizar las ganancias.
Quizá este tipo de operaciones pueda parecer un poco complicado. Por eso, es recomendable que un bróker nos asesore sobre la información fiscal que realmente necesitamos nuestro caso, y que, además, nos facilite un resumen de nuestras operaciones, así como la ganancia o pérdida en lo que afectos fiscales se refiere.
¿Qué hacer cuando hemos tenido pérdidas?
En el supuesto que hayamos tenido pérdidas la cuantía se restará a aquellas que hayamos ganado con otros productos como acciones. Esto es lo que se denomina compensar ganancias y pérdidas patrimoniales. En este sentido, es una de las mejores formas que nos permitirá pagar menos IRPF en la declaración. De esta manera, al hacer la renta sólo pagaremos los impuestos por nuestras ganancias reales.
Si a pesar de realizar esta compensación el resultado sigue siendo negativo, podemos compensar esta pérdida con hasta un 25% de los rendimientos de capital mobiliario en la renta. Hasta 2017, esta compensación fue de un 20% de dichos rendimientos.
Pero vamos a ponernos en el peor de los casos. Si ambas y todo el ejercicio siguen dando pérdidas, podemos disponer de los cuatro años siguientes para compensarlas con las ganancias futuras.
Qué impuestos se pagan al invertir en divisas
Una vez que se ha realizado la compensación de pérdidas y ganancias y sumado todas las inversiones que hayamos realizado es el turno de pagar impuestos en el IRPF. Tendremos que pagar un tipo impositivo en función de las ganancias:
- Hasta 6.000 euros: 19%
- Entre 6.000 y 50.000 euros: 21%
- Superiores a 50.000 euros: 23%
Es decir, si por ejemplo hemos ganado 30.000 euros, tendremos que pagar el 19% de los 6.000 primeros y otros 21% por el resto.
Asimismo, para incluir las ganancias de forex en la renta habremos de marcar la casilla 336 en el apartado G2 de ganancias y pérdidas patrimoniales derivadas de transmisión de elementos patrimoniales. Del mismo modo también debemos de especificar el tipo de elemento a transmitir.