Tipos de impuestos empresariales

Qué impuestos paga una empresa

En España, todas las empresas deben pagar obligatoriamente una serie de impuestos. Es importante conocer cuáles son las obligaciones que tienen que cumplir las empresas ante la Agencia Tributaria. De este modo, evitaremos posibles sanciones económicas por parte de Hacienda que podrían perjudicar seriamente nuestro negocio.

Repasamos todos los impuestos que tienen que pagar las empresas.

Impuestos directos

Su nombre se debe a que se aplica directamente al contribuyente es decir que se graba el dinero que cobra porque tienes invirtiendo o emprendiendo o realizando cualquier actividad de tipo económico. En resumen esto se relaciona con lo que se posee o lo que se ingresa.

Existen una serie de impuestos directos que veremos a continuación.

IRPF

Se trata del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. El tiempo esto es de tipo personal y grava la renta de los residentes en España durante un año. En el caso de las empresas, no lo paga como tal pero si ha de gestionar su pago. Dicho pago se realiza en plazos de 3 meses, Salvo que la empresa sea de grandes dimensiones. Es decir, que su volumen de ventas sea superior a 6 millones de euros, en este caso los pagos del IRPF serán de forma mensual.

Sobre Sociedades (IS)

El impuesto de sociedades es aquel que grava los beneficios obtenidos como resultado de las actividades económicas durante un año. Dicho de otro modo habrá que pagarlo siempre y cuando hayamos tenido beneficios durante el año en curso. Aunque deberemos distinguir entre:

  • Tipo general, que en 2016 se reducía al 25% sobre resultado contable tras los ajustes correspondientes.
  • Tipo reducido para emprendedores. Esto es para aquellas sociedades que se hayan constituido recientemente o que hayan iniciado su actividad económica se les aplicará el 15% durante los dos primeros años.
  • Tipo reducido para cooperativas. Se aplicará el tipo de positivo del 20% en aquellas sociedades que se hayan constituido en forma de cooperativa.

El pago de este impuesto suele hacerse una vez al año aunque se puede fraccionar de forma mensual o trimestral.

Actividades económicas (IAE)

Este tipo de impuestos es tanto para personas físicas como jurídicas. Sin embargo, deberemos tener en cuenta de que existen actividades que están exentas; como por ejemplo, la enseñanza reglada.

Impuestos indirectos: el IVA

Existe otra categoría de impuestos llamados indirectos. Es fundamental determinar cuál es el hecho imponible que gravan o lo que es lo mismo la acción sobre la que se aplica. Dentro de esta categoría el más conocido es el IVA o Impuesto sobre el Valor Añadido.

Este impuesto es un tanto complicado de comprender porque lo paga el consumidor cuando adquiere el producto o servicio pero sin embargo repercute sobre la actividad del empresario. No hay que confundirlo con el IRPF.

Asimismo, es importante distinguir entre IVA repercutido e IVA soportado. El primero es el que paga la empresa cuando un cliente compra un producto. Y el segundo, es decir, el IVA soportado es aquel que paga la empresa a sus proveedores. Por tanto, la empresa deberá ingresar Hacienda la diferencia entre IVA repercutido y el IVA soportado. De esta manera, la empresa sabrá cuál es la cantidad a pagar de este impuesto.

Cómo podemos ver la gestión de los tributos por parte de una empresa es bastante complicado. Es por eso que las empresas tienen a delegar la gestión a un departamento administrativo o en el caso de pequeñas y medianas empresas prefieren delegar esta gestión en una asesoría.

Debemos de tener en cuenta que incumplir con cualquiera de estos impuestos que hemos mencionado puede acarrear a la empresa una multa qué supondría un enorme gasto para la compañía. Una forma de evitar todo esto es llevar los tributos o impuestos al día.

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