trucos para identificar morosos

5 trucos para identificar a un cliente moroso

Cuando emites una factura no siempre tienes la garantía de que el cliente vaya efectuar el pago. De ahí que es inevitable que una empresa tenga clientes morosos. Existen listas en las que se identifican quiénes son estos clientes que no abonan los productos o servicios que han solicitado. Por eso es importante saber identificar a este tipo de clientes morosos.

1. Comprobar la lista de morosos

Antes de cerrar cualquier tipo de convenio contrato con un cliente es recomendable revisar este tipo de listas: ASNEF, Registro de Aceptaciones Impagadas o Experian Bureau Empresarial. Asimismo, pide referencias a otras empresas que lo hayan tenido como cliente.

2. Recabar información sobre la empresa

Es, igualmente, aconsejable recabar información sobre la empresa así como analizar sus informes económicos y financieros. Asimismo, también (en el caso de una empresa) deberíamos de comprobar si está inscrita en el Registro Mercantil y de la Propiedad para saber si esa empresa es real o ficticia.

3. Fija condiciones de cobro favorables

Si hace poco que se ha comenzado con el negocio, es una medida que puede evitarnos más de un disgusto por impago. Por ley, el plazo para pagar las facturas son 30 días como máximo. Así que es conveniente acortar este plazo si tienes que pagar a proveedores en menos días. De esta manera, evitaremos problemas de caja.

4. Seguros de crédito

Si no podemos cobrar a nuestros clientes, quiere decir que estamos vendiendo a crédito. Se corre el riesgo de impago o riesgo comercial. Para evitarlo podemos recurrir a la contratación de un seguro de crédito. En un supuesto de impago, la aseguradora deberá indemnizarnos por la cantidad fijada en la póliza. Pero solo lo hará en el caso de situación de insolvencia definitiva del cliente.

5. Establecer un contrato detallado

Un acuerdo verbal es válido, pero es mejor firmarlo por escrito para resolver cualquier tipo de desacuerdo que pueda surgir a posteriori. En caso de impago, servirá como prueba ante un tribunal.

¿Qué clases de morosos podemos encontrar?

No todos los morosos son iguales. De hecho podemos distinguir seis tipos:

  1. Los que pueden pagar pero no quieren: esto se conoce como moroso intencional.  A su vez, este grupo lo podemos subdividir en dos. Por lado, aquellos que finalmente pagan su deuda y, por otro, los que nunca la pagan. Los primeros tienen como fin a retrasar lo máximo posible el pago de las facturas. Éstos buscan una financiación gratuita. Para ello, buscan cualquier fallo del acreedor para postergar más el pago. Hay otros que se niegan a pagar porque saben que algunos acreedores no van a iniciar ningún tipo de acción para conseguir el pago. Además, por lo general, al año se les perdona dicha deuda.
  2. Los que quieren pagar pero no pueden: también se les denominan morosos fortuitos. Son aquellas personas físicas o jurídicas que tienen problemas económicos, así como dificultad para obtener dinero. En este caso recomendable optar por el pago a plazos y siempre dentro de las posibilidades del cliente.
  3. Aquellos que pueden hacer frente a la deuda, pero no saben cuánto tienen que pagar: son del tipo de cliente que no sabe llevar sus cuentas, con lo cual se les acabará pasando el plazo de pago de la factura.
  4. Morosos despreocupados: son aquellos clientes que viven despreocupadamente y tampoco piensan en lo que deben pagar.
  5. Deudores circunstanciales: son aquellos que pueden pagar pero como existe un litigio con el acreedor, no pagan la factura correspondiente. Estos suelen pagar una vez se ha solucionado el conflicto.
  6. Deudores insumisos: estos clientes no quieren pagar porque dicen que no existe tal deuda. En esta situación se ha de explicar al cliente con el máximo de detalles y argumentos posibles para que el cliente acepte la existencia de la deuda y pague.

Publicaciones Similares