Factura por profesión

La factura acredita la transacción económica entre dos partes, pero antes de emitirla es necesario que la persona que la expida cumpla con una serie de requisitos legales. No todo el mundo puede emitir facturas, previamente es necesario regularizar la situación con Hacienda ya que con la factura recaudamos impuestos que luego tendremos que liquidar.

Tenemos dos opciones, la primera es la más común, darnos de alta como autónomos, acogernos al epígrafe correspondiente del IAE y emitir la factura de autónomo correspondiente. La segunda opción es facturar sin ser autónomo, pero para ello habrá que darse de alta en el Censo de Obligados Tributarios y cumplimentar el modelo 037. La legislación permite que los particulares emitan facturas sin ser autónomos siempre que lo facturado no supere el sueldo mínimo interprofesional y no es una actividad periódica.

¿Cuándo es aconsejable acogerse a cada caso? ¿Tu profesional es a tiempo completo? Entonces es mejor darse de alta cómo autónomo y emitir las facturas dentro del régimen que escojamos. ¿Trabajas de manera puntual? Si solo facturas de manera esporádica puedes facturar sin ser autónomo.

Las empresas y autónomos actúan como recaudadores de impuestos, debido a que el IVA es un impuesto indirecto que grava el valor añadido, el consumidor se encarga de pagarlo y el empresario de declararlo a Hacienda a través del modelo 303. De este modo los autónomos y empresas actúan como intermediarios.

Existen diferentes tipos de IVA en España, el general al 21%, el reducido al 10% y el superreducido al 4%, en función de los productos o servicios que comercialicemos tendremos que aplicar un tipo impositivo concreto. Asimismo también hay actividades que están exentas de pagar IVA.

• Superreducido. Se aplica a alimentos, libros, periódicos, medicamentos y productos para discapacitados.
• Reducido: Bienes para agricultura y ganadería, agua, gafas, transporte, hostelería, espectáculos, exposiciones, campings…
• General: el resto de bienes o servicios
• Excepciones: Servicios de docencia de entidades públicas, servicios sanitarios, servicios profesionales prestados por artistas como escritores o compositores…

Como vemos, en función del servicio o producto que comercializamos tendremos que aplicar el IVA correspondiente.

No todos los autónomos tienen que incluir en su factura el IRPF, no es necesario que apliquen la retención todos aquellos que están acogidos a la primera sección del Impuesto de Actividades Económicas, pero sí tendrán que hacerlo los que están dentro de la segunda y tercera sección.

El tipo de retención es del 7% para aquellos autónomos que solo llevan 3 años ejerciendo la actividad comercial, y del 15% en el resto. Y si el 70% de las facturas emitidas llevan retenciones estarás exento de presentar la declaración trimestral del IRPF, el modelo 130.

El IRPF se aplica en la factura cuando facturamos a clientes que son empresas o autónomos, nunca a particulares.

El ser o no autónomo, el IVA y el IRPF son los conceptos más importantes que tenemos que tener en cuenta cuando emitamos las facturas. Debido a que cada producto o servicio está sujeto a un tipo de régimen de IVA, tipo impositivo o retención del IRPF, es mejor abordar cada profesión de manera individual.

A continuación mostramos un listado de cómo facturar en distintas profesiones: